Comunicar y transferir conocimiento es mucho más que mostrar un producto: es un desarrollo integral y holístico en el que participan muchos actores y que se basa en el procesamiento crítico de la información, antes, durante y después de la materialización del soporte que mostrará lo que está destinado a ser comunicado.

La principal característica de nuestro tiempo es el enorme flujo de información disponible sobre cualquier tema. El acceso a esta información es instantáneo, masivo y gratuito. Es por ello que el recorte intencional de la información que se publica o muestra debe ser claro, democrático, honesto y debe dialogar continuamente con la realidad de la sociedad a la que pertenece. Hacer ese recorte -y llevarlo a un resultado exitoso, equidistante de las necesidades del autor y del proceso industrial que convertirá ese pensamiento en un objeto consumible- es un trabajo interdisciplinario, especializado y grupal, porque cuando se elabora una idea en equipo, aparece entusiasmo, inspiración creativa, euforia, magia enérgica, sentido conectivo y unión colectiva. Nada es casual, todas las partes están conectadas.